Emergent Learning: el futuro inmediato de la educación

21 noviembre 2016

Según Javier Martínez Aldanondo, Gerente de Gestión del Conocimiento de Catenaria, hay demasiadas señales que indican que la educación debe renovar sus metodologías: la alta tasa de paro juvenil, la gran cantidad de personas que afirman que estudiaron lo que no querían, la constatación que para muchos procesos de selección lo más relevante no siempre es el título… Y aún hay más: es difícil entusiasmar a los estudiantes, el aula es un espacio estático que no da más de sí, los padres reclaman nuevos modelos, los políticos no se ponen de acuerdo…

El problema, tal y como nos explicó en la primera de las sesiones de nuestro ciclo #EDUinsights y en la entrevista que le realizamos, radica en el modelo: “La educación que tenemos hoy se diseñó para un mundo distinto. Sólo basta con preguntarse: en qué se parece la vida a lo que ocurre en un colegio: en prácticamente nada”. Y no es un asunto menor. Porque está confirmado que sólo aprendes cuando comienzas a poner en práctica aquello que se ha aprendido. O lo que es lo mismo: cuanto más habla un profesor menos aprenden los alumnos.

Cómo cambiar la educación (Case Study)

Hacer evolucionar las dinámicas educativas es posible. Sólo basta construir un contexto motivante, entregar herramientas y dar libertad de acción. Un proyecto real desarrollado con 25 niños de una escuela de un barrio altamente conflictivo en Santiago de Chile así lo demuestra.

UN NUEVO CONTEXTO. Llevaron a cenar a los estudiantes a un restaurante (para algunos la primera experiencia de este tipo en su vida) y les contaron una historia: serían parte del equipo de investigación de un periódico real. Divididos en cinco grupos debían generar contenido que demostrara que la ciudad de Valparaíso, patrimonio de la UNESCO, tenía cosas valiosas que aportar y que por ello, no podía ser despojada de un título que estaba bajo amenaza. Toda su investigación a través de entrevistas se publicaría en un blog del periódico para que lo leyera todo el país. Todo este contexto para adquirir habilidades como autoestima, trabajo en equipo, planificación, manejo de la tecnología, selección de información, resolución de conflictos y comunicar con eficacia. Y los niños sabían de entrada que cosas nuevas aprenderían.

HERRAMIENTAS. Para hacer realidad el proyecto se impulsaron diversas actividades: un taller de blog para que supieran como construir el de su equipo, una clase sobre cómo hacer una entrevista con una periodista, una visita a un periódico y un canal de TV, planificar reuniones con los perfiles a entrevistar para agendar el viaje a Valparaíso (que está a 120 kms. de Santiago) y presentar su trabajo en el Palacio de Gobierno ante el Ministro del Interior y su gabinete.

LIBERTAD. Cuando le preguntaron a uno de los alumnos participantes qué le había parecido el proyecto comentó que “ojalá todos los niños pudieran aprender así”. Y el director de la escuela no pudo hacer más que llorar recordando como él y los otros alumnos se pasaron corriendo de un lado a otro para buscar información o alargando su jornada escolar para acabar el trabajo.

“Crear el entorno adecuado es clave para hacer evolucionar la educación”, explica Martínez Aldanondo a la luz de este proyecto. “No es un tema de tecnologías o recursos, sino de aplicar una mirada diferente”.

4 cosas que cambiarán en el futuro de la educación

  • Qué enseñamos. Hay que preguntarse qué es importante enseñar. Y en la mayor parte de los casos, es importante aprender aquello que le será útil en el día a día. Si entendemos que lo fundamental no es ‘saber cosas’, sino ‘saber hacer las cosas’, dejaremos de aprender materias y pasaremos a vivir experiencias que nos dejen un aprendizaje.
  • Cómo enseñamos. Aprendemos para alcanzar un objetivo propio que nos importa. Por lo tanto, se debería enseñar en base a esa lógica. Se necesitarán ‘aprendedores’ motivados, diseñadores de procesos y acompañantes para el mismo. Será imprescindible, además, crear experiencias de uno a uno pese a que las clases tengan 25 alumnos.
  • El rol del profesor. De la navaja multiusos de materias que es hoy, como lo define Javier, el educador pasará a ser dinamizador y acompañante de personas que quieren aprender. Por ello, se debería valorizará su papel, incluyendo su remuneración.
  • La irrupción de la tecnología. La inteligencia artificial condicionará el entorno en el que nos desarrollamos. También en la educación: utilicémosla como otro recurso de la experiencia de aprendizaje, siendo conscientes que para todos los que nacieron después de ella no es tecnología, sino algo absolutamente natural e incuestionable. Y por lo mismo, no se debe replicar el aula en el ordenador, sino pensar qué nuevas posibilidades entrega este recurso.

En el inicio de esta gran revolución está la persona. Entonces ¿Cómo evolucionar como profesor? Siendo consciente que un buen profesor provoca, confunde, desafía, incomoda… ¡obliga a plantearse cosas!

6 claves para ser el educador que el futuro necesita

  1. Redefinir el rol del profesor. Dejar de ser depositarios del conocimiento para pasar a ser gestores de personas y relaciones. Enseñar a aprender a través de una competencia fundamental: el feedback.
  2. Aceptar que la tecnología es parte del proceso. No solo es posible enseñar a los que están cerca, sino a todos, y además, se puede hacer just-in-time.
  3. Tener experiencia en lo que se enseña.
  4. Toda la sociedad aporta la tarea de educar. No es responsabilidad exclusiva del profesor, pero sí es su obligación involucrar a las familias, al barrio, etc.
  5. Reclamar un nuevo marco de reconocimiento de la labor del educador. Aumentar los incentivos y equilibrar los sueldos de los profesores con otras profesiones también estratégicas (médicos, por ejemplo).
  6. Reconocer que el alumno ha cambiado.
  7. No poner freno a la innovación.

Si se tiene en cuenta que aprender es la habilidad crítica del s.XXI, el cambio comenzará a gestarse. “Porque hoy lo importante no es lo que se aprende, sino tener la certeza que uno es capaz de aprender toda la vida”.

¿Sabías que...?

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